lunes, 18 de agosto de 2014

Historia (III). Del “Angry Young Man” a la liberalización económica

En el último artículo sobre la historia del cine en Hindi abordaré los cambios que se produjeron en la década de los setenta y la evolución de la industria hasta la actualidad.
Si bien la independencia había generado un sentimiento de optimismo hacia el futuro que se extendió durante las décadas de los cincuenta y los sesenta, a principios de los setenta la situación empezó a cambiar.

Los setenta y la crisis del estado

La guerra contra Pakistán en 1971 (que dio lugar a la creación de Bangladesh), la acogida de refugiados, las sequías en 1972 y 1973, y la crisis energética mundial en 1973, provocó una crisis económica que incluía escasez de alimentos y un aumento de la inflación. El estado intentó controlar la distribución de alimentos, lo que generó el surgimiento del mercado negro.
A causa de la crisis económica el descontento se extendió entre la población y las manifestaciones y protestas ciudadanas se multiplicaron. Universidades fueron clausuradas durante semanas debido a los disturbios y los sindicatos convocaron numerosas huelgas. La respuesta del estado fue un incremento de la represión policial.
Aunque el Congreso no tenía tanto apoyo como en años anteriores, el partido ganó las elecciones en 1971 e Indira Gandhi se convirtió en Primera Ministra. A pesar de la victoria electoral, los problemas pronto surgieron ya que Gandhi no tenía un programa económico claro. En verano de 1975 Gandhi fue declarada culpable de fraude electoral durante la campaña de 1971, y tanto partidos de la oposición como diversos periódicos nacionales pidieron la dimisión de la Primera Ministra. Lejos de ceder a las demandas, Gandhi continuó en el cargo e hizo que el Presidente declarara el estado de emergencia el 26 de Junio de 1975, que se prolongó durante 21 meses.


Izquierda: Periódico del día en que se declaró el estado de emergencia
Derechas: Indira Gandhi con sus ministros (fotografía tomada por Raghu Rai)

Durante este período el gobierno adoptó poderes extraordinarios. Las libertades garantizadas en la Constitución fueron suspendidas y miles de personas, incluidos intelectuales, líderes de la oposición, periodistas, y activistas políticos fueron arrestados y retenidos sin juicio previo. Paralelamente, el hijo de Gandhi Sanjay supervisó una polémica campaña de esterilización forzosa de miles de personas, en su mayoría hombres y mujeres pobres.
Gandhi justificó las medidas aduciendo que la grave crisis económica requería de medidas drásticas, y se erigió como salvadora del país. Durante este período anunció la implantación de un programa económico que prometía una reforma agraria entre otras medidas. Según Gandhi, el estado de emergencia era un “tratamiento de choque” necesario para poder recuperar la democracia de la India.
Confiando en que iba a ganar de nuevo, Gandhi convocó elecciones para Marzo de 1977. Sin embargo, el Partido del Congreso sufrió una gran derrota y una coalición formada por varios partidos opositores consiguieron 330 de los 542 escaños del Parlamento. No obstante, el nuevo gobierno duraría poco tiempo en el poder, y Gandhi y su partido volvieron a hacerse con el poder en las elecciones de 1980.
La inestabilidad política y económica tuvo un gran efecto sobre la industria del cine, cuyo período estuvo marcado por la incertidumbre. Una de las principales consecuencias de la crisis económica fue la escasez de película cinematográfica. Debido a un desacuerdo entre el gobierno y la empresa Eastman Kodak la disponibilidad de película era muy reducida, lo que ponía en peligro el estreno de nuevas películas. Incluso después de que el gobierno relajara sus medidas, los productores debían solicitar un permiso para adquirir una cantidad determinada de película, y el exceso de burocracia hacía el proceso largo y difícil, lo que llevó a la emergencia de un mercado negro de película cinematográfica.
Además de esta crisis, la industria también se vio afectada por el rumor según el cual el gobierno iba a nacionalizar la distribución de películas del mismo modo que había hecho con bancos y otras industrias importantes. Sin embargo, el rumor nunca se llevó a cabo.
Uno de los cambios más significativos en la industria tuvo lugar en este periodo tan turbulento. En 1973, el estreno de la película Zanjeer inauguraba una nueva era en la definición de personajes. La película, protagonizada por Amitabh Bachchan, introducía por primera vez la figura del “angry young man”, un nuevo tipo de héroe totalmente distinto a lo visto anteriormente. El héroe popularizado por Bachchan es cínico y hostil, procedente de una clase social trabajadora y que recurre a la violencia con frecuencia. De hecho, las películas de este período son marcadamente más violentas.


Amitabh Bachchan y Jaya Bachchan en Zanjeer

La inseguridad de la época también determinó el retrato que se hacía del estado, frecuentemente representado como incapaz de resolver problemas sociales como el crimen, el desempleo y la pobreza. Los personajes antagonistas suelen ser traficantes y contrabandistas que se hacen pasar por respetables hombres de negocios. Ante la ineficacia de la justicia el héroe se convierte en el justiciero encargado de pararle los pies a los villanos.

La liberalización de la economía: la industria desde los noventa

La industria del cine en la India desde la década de los noventa está marcada por dos acontecimientos: la liberalización de la economía india en 1991 y el desarrollo de la televisión por satélite en 1992.
Liberalización” se refiere a la reducción de las restricciones y regulaciones gubernamentales sobre la economía. Después de una época de crisis económica durante la década de los ochenta en la que India experimentó un incremento del déficit público, el gobierno indio recibió dos préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1991 justo con algunas condiciones que buscaban reducir el déficit público y reformar la economía india.
La liberalización de la economía preparó el camino para la entrada de la televisión por satélite, ya que empresas internacionales tenían más incentivos para establecerse en la India. La presencia de la televisión no se volvió significativa hasta la década de los ochenta, y la llegada del satélite supuso un cambio radical. La cadena estatal Doordarshan fue creada en 1976, pero fue la aparición de un gran número de canales por cable la que cambió el panorama televisivo indio.
Aunque la industria cinematográfica inicialmente desconfiaba de la televisión por cable y la veía como una amenaza, finalmente la relación establecida entre ellas ha resultado muy lucrativa. Los canales por satélite se han convertido en una gran plataforma para promocionar y publicitar películas, y también son una importante fuente de ingresos ya que están dispuestos a pagar importantes sumas de dinero por los derechos de emisión de películas populares. De hecho, muchos de estos canales dependen de la industria cinematográfica, ya que su programación gira en torno películas, actores y videos musicales.
Otra de las consecuencias de la liberalización de la economía india es un incremento de la internacionalización de la producción y la distribución de películas en Hindi. Cineastas empiezan a rodar parte de sus películas fuera de la India con más frecuencia. Europa, Norte América y Australia son los destinos más populares. Los espectadores internacionales se convierten en una importante fuente de ingresos, de manera que las películas se doblan o se subtitulan en diversos idiomas para a llegar a áreas con una significativa población procedente del subcontinente indio.


Escena de Kal Ho Naa Ho (2003), rodada en Nueva York

El cine indio también tiene más presencia en Occidente a través de festivales de cine como Cannes, Venecia y Toronto. La nominación de Lagaan como mejor película de habla no inglesa para los Oscar de 2001 también supuso un acontecimiento importante en la internacionalización de la industria de Bombay.
Las películas de esta época se caracterizan por la eliminación de las referencias a las clases sociales, mientras que el grado de riqueza se vuelve muy importante. Cualquier signo de pobreza o dificultad económica desaparece y los personajes, que anteriormente pertenecían a la clase media o trabajadora, son ahora miembros de familias adineradas.
Mientras que en el pasado las historias de amor tenían la diferencia de clase social como fuente de desaprobación familiar y consecuente conflicto, los protagonistas de las historias de amor contemporáneas tienen un estatus social similar. La fuente de tensión es el conflicto entre el deseo individual del protagonista y su deber hacia su familia. A veces se trata de un triángulo amoroso, a veces de unos padres estrictos que desaprueban la elección de su hijo/a, pero en la mayoría de los casos el personaje se debate entre la persona que ama y la persona con la que debe casarse.
Otra tendencia de este período es el cambio en la representación del mundo del crimen organizado. Si en décadas anteriores las películas ofrecían una imagen glamurosa y occidentalizada de la mafia, actualmente se muestra un retrato más crudo y realista.
Otra tendencia es el aumento del nacionalismo en las películas. Aunque las expresiones de patriotismo siempre han estado presentes en el cine desde la independencia de la India, en las últimas décadas la manera como el sentimiento nacionalista se muestra ha cambiado considerablemente. En el pasado, nacionalismo estaba ligado a fronteras territoriales, a las diferencias entre nativos y extranjeros. De este modo, cineastas utilizaban estereotipos sobre Occidente – inmoral y materialista – en contraste con la superioridad moral y cultural de la India. Esta tendencia empezó a cambiar en la década de los noventa, cuando se empezó a representar a personajes protagonistas que viven o incluso han nacido fuera de la India. De este modo, la identidad “india” ya no está únicamente definida por aspectos geográficos, y alguien de Londres o Nueva York puede sentirse tan Indio” como alguien de Calcuta o Delhi.

Aquí acaba mi repaso a la historia del cine indio desde sus orígenes hasta la actualidad. Se trata de un repaso breve, de manera que algunos aspectos sólo se han tratado a grandes rasgos. En próximos artículos trataré algunos de estos temas en profundidad, así como también analizaré algunas de las películas que se consideran más importantes, ya sea por su calidad o porque supusieron un ruptura respecto a la época anterior.

domingo, 23 de febrero de 2014

A Cámara Lenta: Highway (Dir. Imtiaz Ali)

Aunque el próximo artículo en el blog debería ser la tercera y última parte de la serie sobre la historia del cine indio (la cual estará disponible en breve), he decidido empezar una nueva sección dedicada al análisis de películas. La sección incluirá tanto películas antiguas como estrenos recientes.

La película que he elegido para inaugurar la sección es Highway, dirigida por Imtiaz Ali y estrenada el 21 de Febrero.



Sinopsis
Veera (Alia Bhatt), hija de un poderoso empresario, está dando una vuelta en coche con su prometido cuando es secuestrada por una banda de atracadores. Cuando se enteran de quién es su padre, el líder de la banda (Randeep Hooda) decide seguir adelante con el plan y pedir un rescate. Lo que empieza como un secuestro se convierte en un viaje de autodescubrimiento del que ya no habrá marcha atrás.

Después del éxito de Rockstar, el nuevo proyecto de Imtiaz Ali había generado gran expectación. Una “road movie” a través del norte de la India, con Alia Bhatt y Randeep Hooda como protagonistas, y con banda sonora compuesta por A. R. Rahman. El director escribió la historia hace quince años, pero no ha podido llevarla a la pantalla hasta ahora.

A partir de aquí, SPOILERS

जहाँ से तुम मुझे लाए हो
मैं वहाँ वापस नहीं जाना चाहते
जहाँ भी ले जा रहे हो पहुंचना नहीं चाहती
लेकिन यह रास्ता, यह बहुत अच्छा है
मैं चाहती हम कि यह रास्ता कभी ख़त्म न

De donde me llevaste, no quiero volver
A dondequiera que me estés llevando no quiero llegar
Pero este viaje está muy bien
No quiero que este viaje termine nunca


Esta frase dicha por Veera define la evolución de su personaje a lo largo de la película. Highway es un viaje, un viaje físico a través del norte de la India pero también un viaje personal en el que Veera se ve  obligada a revisar algunos de los recuerdos más oscuros de su pasado así como también deberá replantearse su presente y su futuro. En ese viaje la acompaña Mahabir, su secuestrador, un personaje mucho más complejo de lo que parece a simple vista y que también tendrá que luchar contra sus propios demonios. De esta extraña asociación surge una extraña pero bonita relación. 

Desde el primer minuto el espectador sabe que Veera no es feliz, no desea la vida que se presenta ante sus ojos y que queda sellada con su inminente matrimonio, pero no es lo suficiente valiente para huir. El secuestro se convierte en su oportunidad para descubrir lo que realmente quiere. Lejos de su familia, lejos de ese ambiente que la oprime y la silencia Veera puede por fin ser ella misma. Sin duda uno de los momentos clave en la evolución de Veera es cuando le cuenta Mahabir los abusos que sufrió cuando era una niña a manos de un familiar, y como su madre le hizo ocultarlo para evitar un escándalo. Se lo cuenta a Mahabir, pero también a ella misma después de tantos años de silencio. Es ese mundo construido sobre mentiras y omisiones al que Veera no quiere volver.
Veera necesita a Mahabir tanto como él la necesita a ella. Él es un hombre que ha perdido toda esperanza. Ha matado a tres hombres y para semejante pecado no hay redención posible. No le queda más que esperar a que llegue su hora. Pero Veera puede ver más allá de esa actitud que no es más que una armadura para protegerse.
Juntos se embarcan en ese viaje sin destino, con la esperanza de arañar todo el tiempo posible antes que la realidad les de caza. Y es durante ese viaje,  en medio de las montañas, lejos de su familia y de todo lo que ha conocido hasta el momento, donde Veera encuentra el hogar con el que siempre había soñado.

Highway no es una película perfecta, y algunos aspectos podrían haberse mejorado. Los últimos quince minutos después del clímax se hacen un poco largos y podrían haberse reducido de manera que la intensidad del relato sería mayor.  Por otro lado, la banda sonora, aunque incluye muy buenas canciones, no acaba de acompañar a la historia. Además, es una pena que “Maahi Ve”, una de las mejores canciones en mi opinion, sólo suene al final de la película.

Con todo y a pesar de algunos elementos mejorables, Highway es una de las películas más recomendables de lo que llevamos de 2014. Sólo espero que Highway consiga el respaldo tanto de la crítica como de la audiencia, de manera que Imtiaz Ali y otros directores puedan seguir haciendo películas como ésta.

Aquí tenéis el tráiler (con subtítulos en inglés):


martes, 10 de septiembre de 2013

Historia (II). La independencia de la India y la época dorada

El estallido de la Segunda Guerra Mundial provocó un gran impacto en la industria cinematográfica. Como colonia británica, India se vio envuelta en el conflicto cuando el Reino Unido le declaró la guerra a Alemania. La escasez de productos básicos provocó la aparición de un próspero mercado negro, cuyos beneficios empezaron a invertirse en la producción de películas. Como resultado, tanto los presupuestos como los salarios de los actores se dispararon. La entrada de capital provocó el cierre de la mayoría de estudios, incapaces de igualar las cifras, y el ascenso de la figura del productor independiente, una de las características de la industria de Bombay en la actualidad.
La victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial dio lugar a la intensificación de las demandas a favor de la Independencia de la India. Los líderes nacionalistas destacaban la hipocresía que mostraba el Reino Unido al mantener sus colonias mientras luchaba contra Alemania y Japón en favor de la democracia y la libertad. India finalmente se deshizo del dominio británico en Agosto de 1947, pero con la independencia se produjo la división de la colonia en los estados de India y Pakistán y la migración de millones de personas a través de sus nuevas fronteras. Se calcula que entre 10 y 15 millones de personas se desplazaron en un período de dos meses, y cerca de un millón murieron por el camino a causa de las confrontaciones entre diferentes grupos, sobre todo en el Punjab y Bengala, estados que fueron divididos. Las industrias localizadas en Calcuta (Bengala) y Lahore (Punjab) fueron las más afectadas ya que ambas perdieron personal y espectadores.

Izquierda: Nehru, Mountbatten y Jinnah negociando los términos de la independencia
Derecha: miles de ciudadanos cruzando la frontera

La industria cinematográfica en Hindi, por el contrario, se benefició del debilitamiento de estas industrias y de la afluencia de gente que abandonó Pakistán y se instaló en ciudades como Bombay y Delhi. El posterior desarrollo de la industria en Bombay está marcado por estos hechos; muchos de los actores, productores, directores y demás trabajadores emigraron a Bombay desde Pakistán o son descendientes de personas que lo hicieron. El predominio actual de punjabíes es también consecuencia de esta historia, y la cultura punjabí ha pasado a considerarse la cultura nacional de la India.
Por otro lado, después de la Partición Bombay se convirtió en uno de los pocos lugares donde el urdu se conservó. El urdu se convirtió en el idioma oficial de Pakistán, a pesar de ser originario del norte de la India. Las tensiones políticas entre los dos nuevos estados y la asociación del urdu con el Islam llevaron a la promoción del hindi como idioma nacional y la marginalización del urdu. Sin embargo, las películas continuaron haciéndose en hindustani y muchos poetas que escribían en urdu trabajaron como letristas de canciones para películas. La industria cinematográfica de Bombay se convirtió en uno de los lugares donde los musulmanes no eran un grupo menor, sino que gozaban de cierto éxito. Algunos de los actores y actrices más importes han sido musulmanes, igual que muchos directores, guionistas, coreógrafos, letristas y compositores. Es tal vez uno de los ambientes menos segregados a nivel religioso en la India hoy en día, donde hindús y musulmanes trabajan juntos.
En su libro Bollywood: a guidebook to popular Hindi cinema, Tejaswini Ganti divide el período posterior a la independencia de la India en tres fases, que corresponden a tres acontecimientos importantes que han condicionado la evolución política y social de la India. La primera fase está condicionada por la independencia y el proceso de creación del nuevo estado y su economía. La segunda fase se sitúa en la década de los setenta, período de inestabilidad política y descontento popular que culminó con el estado de emergencia declarado por el gobierno de Indira Gandhi en 1975. La última fase se caracteriza por la liberalización económica iniciada en 1991 y la creciente competencia de la televisión.
Aunque celebrada por la mayoría de la población, la independencia de la India dejó paso a la preocupación entre los miembros de la industria cinematográfica, principalmente por el tratamiento que recibían desde el nuevo gobierno. En un país donde la tasa de alfabetización era del 18%, la esperanza de vida era de 26 años, que sufría una grave crisis alimentaria y donde más de una millón de refugiados debían ser reubicados, el entretenimiento no era una necesidad importante. El desarrollo económico y una rápida industrialización eran las principales prioridades del nuevo gobierno. Por otra parte, debido a la escasez de cemento y otros materiales de construcción la construcción de nuevos edificios se limitó a los más esenciales, de manera que la construcción de nuevos cines se prohibió en muchos estados. Las repercusiones de esta medida todavía son evidentes hoy en día. A pesar de ser el mayor productor de películas del mundo, la India sólo tiene 12,900 salas de cine (para una audiencia anual de aproximadamente 5 billones de espectadores), y un índice muy bajo de cines en relación a su población: sólo 13 salas por cada millón de personas, mientras que el Reino Unido tiene 30 por cada millón y Estados unidos 117.
Otra de las dificultades a la que los cineastas tuvieron que hacer frente fue la censura, que lejos de relajarse, se volvió mucho más estricta después de la independencia. Fue una época de intenso debate sobre la creación de una cultura “auténticamente india”, y tanto la música como el baile de las películas fueron objeto de muchas críticas, ya que se consideraba que estaban excesivamente influenciados por la cultura occidental.

A pesar de todas estas dificultades, las décadas de los cincuenta y los sesenta se consideran la época dorada del cine en hindi. Este período vio la emergencia de algunos de los directores más respetados como Raj Kapoor, Mehboob Khan, Guru Dutt y Bimal Roy, y el éxito de estrellas como Nargis, Madhubala, Dilip Kumar y Dev Anand.
Después de la independencia, inmigrantes de las zonas rurales se trasladaron a las ciudades en busca de trabajo. La ciudad se convirtió en sinónimo de empleo y riqueza, pero también proliferó la explotación y el crimen. Algunos directores se centraron en las dificultades de la vida urbana y en sus películas retrataron el lado sórdido de la ciudad escogiendo a ladrones y otros criminales como protagonistas, aunque el optimismo y la posibilidad de una vida mejor siempre estaban presentes. Los problemas a los que tenían que hacer frente los protagonistas eran principalmente de tipo social y económico. Prestamistas, zamindars (terratenientes rurales) y empresarios adinerados y codiciosos era los villanos en muchas películas, mientras que campesinos y trabajadores eran los héroes.
Durante esta época también proliferó la producción de películas con un alto sentimiento patriótico. En consonancia con la idea de “integración nacional” que se promovía desde el gobierno, las películas de esta época destacaban la unidad de la nación india a pesar de su enorme diversidad étnica, lingüística y regional.

Izquierda: Raj Kapoor en Shri 420
Derecha: Nargis en Mother India

En el último capítulo del mi serie sobre la historia del cine en hindi abordaré los cambios que se produjeron durante la década de los setenta y la evolución del cine de Bombay hasta la actualidad.

PD: La canción Awara Hoon de la película Awara  (1951) es un ejemplo de ese mensaje optimista que predominaba en las películas de la época. Dedicaré un artículo completo a esta película y a su director más adelante, pero por el momento os dejo con esta canción, un retrato del protagonista típico de la época, un ladrón de poca monta que sueña con un futuro mejor. Más abajo dejo la traducción (aproximada) al castellano.


Soy un vagabundo
O soy una estrella del cielo en rotación
Soy un vagabundo
No tengo familia, no tengo hogar
No tengo a nadie que me quiera
No tengo a una amante esperando al otro lado del río
La ciudad está vacía para mí, el camino desconocido es todo lo que quiero
Soy un vagabundo
O soy una estrella del cielo en rotación
No estoy asentado, estoy destrozado
Pero canto canciones de alegría
Mi pecho está lleno de heridas
Pero mis ojos ríen
Ooh mundo, tus flechas o el destino me ha golpeado
Soy un vagabundo
O soy una estrella del cielo en rotación