El estallido de la Segunda Guerra Mundial provocó un gran
impacto en la industria cinematográfica. Como colonia británica, India se vio
envuelta en el conflicto cuando el Reino Unido le declaró la guerra a Alemania.
La escasez de productos básicos provocó la aparición de un próspero mercado
negro, cuyos beneficios empezaron a invertirse en la producción de películas.
Como resultado, tanto los presupuestos como los salarios de los actores se
dispararon. La entrada de capital provocó el cierre de la mayoría de estudios,
incapaces de igualar las cifras, y el ascenso de la figura del productor
independiente, una de las características de la industria de Bombay en la
actualidad.
La victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial dio lugar a la intensificación de las demandas a favor de la Independencia de la India. Los líderes nacionalistas destacaban la hipocresía que mostraba el Reino Unido al mantener sus colonias mientras luchaba contra Alemania y Japón en favor de la democracia y la libertad. India finalmente se deshizo del dominio británico en Agosto de 1947, pero con la independencia se produjo la división de la colonia en los estados de India y Pakistán y la migración de millones de personas a través de sus nuevas fronteras. Se calcula que entre 10 y 15 millones de personas se desplazaron en un período de dos meses, y cerca de un millón murieron por el camino a causa de las confrontaciones entre diferentes grupos, sobre todo en el Punjab y Bengala, estados que fueron divididos. Las industrias localizadas en Calcuta (Bengala) y Lahore (Punjab) fueron las más afectadas ya que ambas perdieron personal y espectadores.
La victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial dio lugar a la intensificación de las demandas a favor de la Independencia de la India. Los líderes nacionalistas destacaban la hipocresía que mostraba el Reino Unido al mantener sus colonias mientras luchaba contra Alemania y Japón en favor de la democracia y la libertad. India finalmente se deshizo del dominio británico en Agosto de 1947, pero con la independencia se produjo la división de la colonia en los estados de India y Pakistán y la migración de millones de personas a través de sus nuevas fronteras. Se calcula que entre 10 y 15 millones de personas se desplazaron en un período de dos meses, y cerca de un millón murieron por el camino a causa de las confrontaciones entre diferentes grupos, sobre todo en el Punjab y Bengala, estados que fueron divididos. Las industrias localizadas en Calcuta (Bengala) y Lahore (Punjab) fueron las más afectadas ya que ambas perdieron personal y espectadores.
Izquierda: Nehru, Mountbatten y Jinnah negociando los términos de la independencia Derecha: miles de ciudadanos cruzando la frontera |
La industria cinematográfica en Hindi, por el contrario,
se benefició del debilitamiento de estas industrias y de la afluencia de gente
que abandonó Pakistán y se instaló en ciudades como Bombay y Delhi. El
posterior desarrollo de la industria en Bombay está marcado por estos hechos;
muchos de los actores, productores, directores y demás trabajadores emigraron a
Bombay desde Pakistán o son descendientes de personas que lo hicieron. El
predominio actual de punjabíes es también consecuencia de esta historia, y la
cultura punjabí ha pasado a considerarse la cultura nacional de la India.
Por otro lado, después de la Partición Bombay se
convirtió en uno de los pocos lugares donde el urdu se conservó. El urdu se convirtió
en el idioma oficial de Pakistán, a pesar de ser originario del norte de la
India. Las tensiones políticas entre los dos nuevos estados y la asociación del
urdu con el Islam llevaron a la promoción del hindi como idioma nacional y la
marginalización del urdu. Sin embargo, las películas continuaron haciéndose en hindustani y muchos poetas que escribían en urdu trabajaron como letristas de
canciones para películas. La industria cinematográfica de Bombay se convirtió
en uno de los lugares donde los musulmanes no eran un grupo menor, sino que
gozaban de cierto éxito. Algunos de los actores y actrices más importes han
sido musulmanes, igual que muchos directores, guionistas, coreógrafos, letristas
y compositores. Es tal vez uno de los ambientes menos segregados a nivel
religioso en la India hoy en día, donde hindús y musulmanes trabajan juntos.
En su libro Bollywood: a guidebook to popular Hindi
cinema, Tejaswini Ganti divide el período posterior a la independencia de
la India en tres fases, que corresponden a tres acontecimientos importantes que
han condicionado la evolución política y social de la India. La primera fase
está condicionada por la independencia y el proceso de creación del nuevo
estado y su economía. La segunda fase se sitúa en la década de los setenta,
período de inestabilidad política y descontento popular que culminó con el
estado de emergencia declarado por el gobierno de Indira Gandhi en 1975. La última
fase se caracteriza por la liberalización económica iniciada en 1991 y la
creciente competencia de la televisión.
Aunque celebrada por la mayoría de la población, la
independencia de la India dejó paso a la preocupación entre los miembros de la
industria cinematográfica, principalmente por el tratamiento que recibían desde
el nuevo gobierno. En un país donde la tasa de alfabetización era del 18%, la
esperanza de vida era de 26 años, que sufría una grave crisis alimentaria y
donde más de una millón de refugiados debían ser reubicados, el entretenimiento
no era una necesidad importante. El desarrollo económico y una rápida
industrialización eran las principales prioridades del nuevo gobierno. Por otra
parte, debido a la escasez de cemento y otros materiales de construcción la
construcción de nuevos edificios se limitó a los más esenciales, de manera que
la construcción de nuevos cines se prohibió en muchos estados. Las
repercusiones de esta medida todavía son evidentes hoy en día. A pesar de ser
el mayor productor de películas del mundo, la India sólo tiene 12,900 salas de
cine (para una audiencia anual de aproximadamente 5 billones de espectadores),
y un índice muy bajo de cines en relación a su población: sólo 13 salas por
cada millón de personas, mientras que el Reino Unido tiene 30 por cada millón y
Estados unidos 117.
Otra de las dificultades a la que los cineastas tuvieron
que hacer frente fue la censura, que lejos de relajarse, se volvió mucho más
estricta después de la independencia. Fue una época de intenso debate sobre la
creación de una cultura “auténticamente india”, y tanto la música como el baile
de las películas fueron objeto de muchas críticas, ya que se consideraba que estaban
excesivamente influenciados por la cultura occidental.
A pesar de todas estas dificultades, las décadas de los
cincuenta y los sesenta se consideran la época dorada del cine en hindi. Este período
vio la emergencia de algunos de los directores más respetados como Raj Kapoor,
Mehboob Khan, Guru Dutt y Bimal Roy, y el éxito de estrellas como Nargis, Madhubala,
Dilip Kumar y Dev Anand.
Después de la independencia, inmigrantes de las zonas
rurales se trasladaron a las ciudades en busca de trabajo. La ciudad se convirtió
en sinónimo de empleo y riqueza, pero también proliferó la explotación y el
crimen. Algunos directores se centraron en las dificultades de la vida urbana y
en sus películas retrataron el lado sórdido de la ciudad escogiendo a ladrones
y otros criminales como protagonistas, aunque el optimismo y la posibilidad de
una vida mejor siempre estaban presentes. Los problemas a los que tenían que
hacer frente los protagonistas eran principalmente de tipo social y económico.
Prestamistas, zamindars (terratenientes rurales) y empresarios
adinerados y codiciosos era los villanos en muchas películas, mientras que
campesinos y trabajadores eran los héroes.
Durante esta época también proliferó la producción de
películas con un alto sentimiento patriótico. En consonancia con la idea de “integración
nacional” que se promovía desde el gobierno, las películas de esta época
destacaban la unidad de la nación india a pesar de su enorme diversidad étnica,
lingüística y regional.
Izquierda: Raj Kapoor en Shri 420 Derecha: Nargis en Mother India |
En el último capítulo del mi serie sobre la historia del
cine en hindi abordaré los cambios que se produjeron durante la década de los
setenta y la evolución del cine de Bombay hasta la actualidad.
PD: La canción Awara Hoon de la película Awara (1951) es un ejemplo de ese mensaje optimista
que predominaba en las películas de la época. Dedicaré un artículo completo a
esta película y a su director más adelante, pero por el momento os dejo con esta canción, un
retrato del protagonista típico de la época, un ladrón de poca monta que sueña
con un futuro mejor. Más abajo dejo la traducción (aproximada) al castellano.
Soy un vagabundo
O soy una estrella del cielo en rotación
Soy un vagabundo
No tengo familia, no tengo hogar
No tengo a nadie que me quiera
No tengo a una amante esperando al otro lado del río
La ciudad está vacía para mí, el camino desconocido es
todo lo que quiero
Soy un vagabundo
O soy una estrella del cielo en rotación
No estoy asentado, estoy destrozado
Pero canto canciones de alegría
Mi pecho está lleno de heridas
Pero mis ojos ríen
Ooh mundo, tus flechas o el destino me ha golpeado
Soy un vagabundo
O soy una estrella del cielo en rotación
Gracias. Seguiré pendiente de las publicaciones.
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